Muchas de nuestras posturas que
actualmente realizamos día con día afectan nuestro cuerpo y pueden causar
lesiones o dolor crónico. El tomar conciencia de nuestros hábitos posturales nos ayudará a
prevenir lo que les mencioné anteriormente y al practicar “autoposturas”
correctas nos ayudará a valorar nuestro cuerpo, sus limitaciones y sus posibilidades.
Cualquier día es importante para
iniciar la conciencia de nuestros movimientos, como ahora, fíjense cómo están sentados:
¿Sus pies no tocan el piso? ¿Tienen la pierna doblada debajo de la otra? ¿Están
encorvados hacia la computadora? ¿Sus brazos están “volando” mientras escriben?
Si contestaron “sí” a alguna de las preguntas probablemente sufren de dolor en el
cuello, la espalda baja o las rodillas, todo esto lo podemos evitar sentándonos
adecuadamente. Chequen la imagen del artículo anterior para que corrijas tu
postura.
De igual manera, al dormir. Sabemos
que es complicado tener conciencia de las posiciones que tomamos al dormir, sin
embargo tratar de mantener nuestro cuerpo en la mejor posición posible ayudará
a que descansen e impedirá “rodar” por la cama buscando la posición más “cómoda”.
Debemos de evitar dormir boca abajo ya que forzamos nuestra columna y cuello, en
la siguiente imagen se ven las partes del cuerpo involucradas al dormir,
detecten si alguna de esos puntos son los que sufren dolor.
¿Qué podemos hacer para mejorar?
Fácil, hacer conciencia. De inicio para algunos de nosotros nos será complicado
porque ya tenemos nuestras “mañas” para descansar, sin embargo hay que tratar
alguna de estas posturas y verán que en la mañana se sentirán mucho mejor, más
descansados y por ende, con energía para iniciar el día. Aquí les dejo el “no”
y el “sí” de posturas al dormir. Espero que les sea útil, lo pongan en práctica y ¡Dulces sueños!